Descripción
En un tiempo donde la oscuridad espiritual avanza, este mensaje revela la conexión profunda entre el mundo demoníaco, la inmoralidad sexual y el sacrificio de niños. No existen recursos humanos capaces de romper una fortaleza sexual ni de anular una maldición espiritual sin la intervención divina. Solo Dios puede liberar, sanar y restaurar lo que el enemigo ha querido destruir.
La Iglesia de Cristo está siendo probada. Dios observa nuestras reacciones frente a una filosofía de muerte que intenta arruinar Su diseño para las familias. ¿Callaremos ante la maldad o nos levantaremos en guerra espiritual, intercediendo por nuestros hogares y nuestra nación?
Este llamado desafía a los creyentes a velar con armas espirituales, defender el propósito de Dios en la familia y advertir a la sociedad sobre el manto de oscuridad que amenaza nuestros valores. Nuestra respuesta mostrará cuánto honramos y servimos al Dios vivo.

